Esta playa, comúnmente conocida como "La Primera del Sardinero", destaca por su arena fina y dorada y se extiende a lo largo de 350 metros con un ancho promedio de 80 metros. Se ubica en una zona privilegiada de El Sardinero, justo frente al emblemático Gran Casino y rodeada de una variada oferta de servicios hosteleros.
A mediados del siglo XIX, ganó popularidad cuando la realeza y la aristocracia española la eligieron para disfrutar de los beneficios terapéuticos del mar, convirtiéndola en la playa predilecta para los famosos Baños de Ola.
La playa es accesible para personas con movilidad reducida gracias a un ascensor que baja directamente a la arena. También ofrece servicios como alquiler de tumbonas y toldos, duchas y taquillas.
Está conectada con el centro de la ciudad por carril bici y cuenta con un buen servicio de transporte público. Además, dispone de una zona de juegos infantiles, vigilada durante el verano, donde se organizan actividades relacionadas con el medio ambiente y una biblioplaya.
Cerca de la playa se encuentran varias escuelas de surf, y tiene dos áreas dedicadas al popular juego de palas cántabras, donde los aficionados se reúnen para practicar deporte.
Situada en el corazón urbano de Santander, es una de las playas más frecuentadas de Cantabria. Desde aquí, la playa conecta con la Segunda del Sardinero y la playa de la Concha cuando la marea está baja. Además, en las cercanías se pueden visitar la Península de la Magdalena y el faro de la Isla de Mouro. También se encuentra a pocos pasos del estadio de fútbol del Racing de Santander, El Sardinero.