a playa de San Julián es una pequeña y tranquila playa de 100 metros de longitud y 20 metros de anchura, con un nivel de ocupación bajo, ideal para quienes buscan un rincón apartado en plena naturaleza. Situada en el Valle de Liendo, su singular ubicación entre imponentes acantilados la convierte en la única playa accesible desde el propio valle. El acceso a la playa se realiza a través de unas escaleras que conducen hasta su arena fina y de color oscuro, y aunque no cuenta con equipamientos, el paisaje lo compensa.
Antes de llegar a la playa, un sendero lleva hasta la ermita de San Julián, una construcción histórica ahora en ruinas, cuyo entorno ha sido acondicionado recientemente para facilitar su visita. Desde aquí, la vista del Valle de Liendo es impresionante, mostrando el contraste entre el verde de sus prados y los abruptos acantilados que rodean la playa. El aparcamiento es limitado, por lo que es recomendable planificar la visita con antelación para disfrutar de este rincón escondido en Cantabria.