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Descripción general

La antigua ciudad de Iuliobriga, considerada la principal ciudad romana de la antigua Cantabria, fue uno de los asentamientos más importantes en el norte de la península ibérica, y es la más citada en fuentes latinas y epigráficas en esta región. Situada sobre una colina en Retortillo, esta ciudad se extiende a lo largo de más de un kilómetro, destacándose en áreas como La Llanuca, donde se descubrió un gran edificio porticado; la zona junto a la iglesia, donde se ubica un importante edificio público; y la carretera de acceso a Retortillo, donde se encontró una mansio romana conocida como la "Casa de Los Morillos".

Fundada en el 19 a.C. tras la victoria de Octavio Augusto sobre los cántabros, la ciudad fortificada, o “ciudad de Julio,” fue nombrada en honor a Julio César. Iuliobriga alcanzó su máximo esplendor entre los siglos I y II d.C., momento en que se desarrolló como un núcleo administrativo y comercial clave entre la Meseta y el Cantábrico, hasta que comenzó su abandono en el siglo III d.C. Plinio el Viejo menciona la importancia de Iuliobriga por su desarrollo urbanístico, destacándola entre las ciudades cántabras.

Las excavaciones arqueológicas en Iuliobriga han sacado a la luz menos del 10% de su trazado, incluyendo el cardo y el decumano (las dos calles principales) y parte del foro romano, donde se encuentran los restos de un templo dedicado a Júpiter y al propio Augusto. Próxima al foro, la iglesia románica de Santa María de Retortillo, construida en el siglo XII, domina el paisaje sobre los cimientos de esta antigua ciudad.

Actualmente, el Centro Domus, una reconstrucción de la Casa de Los Morillos ubicada sobre el yacimiento de Iuliobriga, permite al visitante sumergirse en la vida cotidiana de la época romana. Situada a solo tres kilómetros de Reinosa, esta “domus” perteneciente a una familia de clase media-alta reproduce las estancias típicas de una casa romana: el atrium (patio interior), el lararium (altar), la culina (cocina), el triclinium (comedor), el cubiculum (dormitorio), y la tabernae (tienda). La visita comienza con un audiovisual sobre los antecedentes históricos de la ciudad y continúa con la exhibición de objetos originales encontrados en las excavaciones, ayudando a contextualizar la vida en esta ciudad hace casi dos mil años.